La locura debiera poseer hoy día –como siempre ha ocurrido- un nombre que refleje la época. Pero existe al respecto un disenso tan profundo e infranqueable como la disputa acerca de la finalidad de las prácticas psi. Como “trastorno bipolar” traduce los intereses de quienes en su afán de lucro han encontrado en el sufrimiento mental la ocasión para proseguir reproduciendo el capital. La desmedida difusión del uso de drogas antirrecurrenciales así lo demuestra. No se trata de una cuestión de uso sino de abuso. Para quienes por el contrario, el sufrimiento mental representa una de las formas de expresión del malestar emergente del hecho de vivir sujeto a ajenos, el nombre es otro. Aquí lo llamaremos “personalidad borderline de nuestro tiempo”, sintetizando en la expresión la convicción de que locos y cuerdos compartimos la locura desde el momento mismo en que nos encontramos igualmente sujetos a un “asediante”. Unos caen internados en la sala del hospital psiquiátrico mientras que otros deambulan por la vida insatisfechos sin encontrar su rumbo. Pero unos y otros adolecen en el fondo del mismo padecimiento. En lugar de aceptar pasivamente la tragedia que la ruleta de la suerte reservó a cada quien, existe la posibilidad de tomar conciencia de que todos vivimos signados por un mismo destino que –si queremos- podemos transformar en promisorio. Hoy como ayer ese destino puede consistir en dejar de depender de los designios impuestos por ajenos para liberar nuestra propia humanidad.No se trata de conformarnos con ayudar al otro a dejar la cama del hospital donde yace. Dadas las reglas del juego de la dependencia, nada garantiza que no vuelva allí y –dicho sea de paso- que nosotros volvamos con él. Se trata de revertir los atributos que adquiere la subjetividad de nuestro tiempo cuando se acoge pasivamente a los designios del lucro. ¿Qué hacer entonces para dejar de ser “pasivos fetichistas del consumo, agentes y destinatarios de una subcultura de valores triviales y verdades aparentes”? Tal es el tema que explora el presente libro.