“Las palabras no caen el vacío” – Zohar

Al escribir se enciende una luz, se agiganta, unos susurros de palabras invaden espacios hasta ayer invisibles. La creatividad se debate entre dudas y conflictos, puede surgir como un mar embravecido o se mece sin prisa en el vaivén de un sosegado oleaje.
En estas páginas he volcado lo más profundo de mi alma, la poesía es un talismán secreto que encierra una riqueza interior de incalculable valor.
Escribir es una permanente y dulce esclavitud, se vive en ella y para ella; atrapa, calma los desasosiegos, lima asperezas, surge una idea, papel y lápiz esperan… la demanda es urgente.
La literatura es arte, leer con profundidad requiere esfuerzo, dedicación, influye poderosamente en la escritura y se accede a un mundo trascendente para la esencia del ser.
“Las palabras no caen en el vacío” y yo agrego, estoy segura que en tus manos jamás caerán, germinarán, iluminando esta sociedad tan revolucionada y disconforme.