A partir de coordenadas diferentes a las habituales el presente texto expone la realidad existencial del peronismo y de las fuerzas políticas que intentaron asumir sus respectivas misiones según referencias descentradas o marginales al proyecto estratégico del General Perón.La obra demuestra que resulta imposible alcanzar una comprensión acabada del sentido político y conceptual del peronismo si no se resuelve su impronta constitutiva en el proceso colectivo de los argentinos por instaurarse como sujeto histórico, en un esfuerzo que revirtiera el proyecto de las elites locales, conservadoras o revolucionarias, que pretendieron instrumentalizar la “cuestión argentina” disponiéndola según postulados civilizatorios concentrados en versiones cosmopolitas de la cultura y la convivencia. Esa “cuestión argentina” no resulta comprensible en su desvío hacia la “organización de una sociedad civilizada universal” si no se asume la intención del grupo oligárquico patricio autóctono de reproducir el “sistema de convivencia” impuesto por los “wasp” estadounidenses, donde se distinguía en forma irreductible entre comunidad histórica y sociedad civil. La exploración exhaustiva de la Cultura Saturnal estadounidense constituye por ello una condición de posibilidad para una toma de conciencia cabal del “proyecto liberal” de la Argentina “moderna”. Tanto como el seguimiento de la crisis de la racionalidad europea implica un elemento decisivo para comprender las derivas voluntaristas y violentas de tal proyecto.Para revertir el desvío de la sociedad segregada concebida por la estrategia sustitutiva del liberalismo autóctono, el General Perón consideró necesario potenciar el esfuerzo de los argentinos por instaurar la comunidad nacional, ocupando el Estado para, desde él, reintegrar a esa sociedad en la comunidad de la cual había sido traumáticamente arrancada.Entre esos espacios de la “cuestión argentina”, “la existencia anhelada” y “la sociedad moderna”, el peronismo encarnó la aspiración del conjunto poblacional euroamericano en la Argentina por encauzar el esfuerzo comunitario y reivindicar la existencia furtiva, condenada y rechazada por las elites del racionalismo y “la civilización”. De eso se trató y se trata la “controversia nacional”.