“La tierra de los Alzados (Bohrquez)” transcurre el siglo XVII.Atrs quedaron -pero no olvidados-: “Calchaque prepara la voz. Lanza la piedra de su grito. Ensaya ese grito ancestral que anticipa el canto, su ltimo canto.” “En Londres de Pomn, la cabeza de Chelemn en la pica, es slo su cabeza en la pica y su brazo derecho, cortado, es slo su brazo derecho cortado”. Curacas como Viltipoco, Koronhuilla, Quipildor y miles de guerreros Cacanos cados bajo la superioridad de las armas del ejército espaol, son ascuas candentes que perduran en la memoria de los que sobreviven el genocidio del invasor y mantienen en sus espritus rebeldas latentes, odios engendrados, dolores larvados y pueblos dispuestos a la lucha, resistiendo, alzados por su libertad. Es en esos tiempos que llega al Per un carismtico personaje, Pedro Chamijo, un joven pobre oriundo de Arabal, Andaluca. Llega, como muchos, en busca de riquezas. Entre aventuras y largos peregrinajes en el Per es enviado prisionero a Chile, de donde huye al noroeste argentino. Pedro –que ya haba abandonado su apellido de Chamijo y lo haba cambiado por el de Bohrquez, apellido de linaje– sigue buscando las Doradas tierras del Paititi, donde imagina –imaginario espaol– reinos ocultos en esas Indias maravillosas que soaba en Arabal.Bohrquez pondera ante los espaoles no slo por la riqueza a encontrarse, sino porque para él es un sueo y él ama ese sueo, cree en ese sueo. Ese sueo inflama las codicias de los religiosos que buscan el prestigio y la riqueza y de los gobernadores, encomenderos, aventureros y seores nobles y no tan nobles que aspiran a engordar sus arcas. Por esa razn Bohrquez es declarado por religiosos y gobernadores como El Wallpa Inca Bohrquez del Tucmanahao que va a cristianizar a los indios y a encontrar sus Huacas -tesoros escondidos-. Pero Bohrquez, en su relacin con los pueblos Cacanos, les ha prometido que los liberara de los espaoles; y los pueblos, sea que creyeran o no en que Bohrquez era descendiente de Incas, aprovechan esa oportunidad para levantarse contra sus opresores. Se produce el Tercer Alzamiento. Se incendia la tierra con los Hualfines, los Quilmes y los Acalianes y todos los pueblos de la regin.Bohrquez era ciertamente un gran lder carismtico que levantaba a los pueblos con su verba pero no era un guerrero y la guerra contra los espaoles, por esa razn, ya estuvo definida. En ese proceso Bohrquez va transmutando su ser convirtiéndose en un renegado para Espaa y a la vez en un Titaqun, un gran interpretador de los deseos de liberacin de los pueblos Cacanos, un ser amado u odiado, pero que inflam de luchas y sueos a los pueblos oprimidos.