Por mi edad pertenezco a la generación de los “baby bommers”, pero lamentablemente soy a la vez del siglo en el cual la barbarie en el país fue más notoria, se desconoció absolutamente el quinto mandamiento.
En lugar de traer a científicos, se trajo a especialistas en torturas e interrogatorios, se tomó el modelo de una organización europea, donde gente del gobierno y elementos parapoliciales masacraron a todos los oponentes, sin tener en cuenta su filiación.