El cóndor cayó luego de haber contemplado al mundo a través de la mágica ventana de la libertad.Herido, con sus alas rotas, bebe de la soledad el desconsuelo. Tiene un encuentro inesperado con la brisa de la inocencia y la ternura...Un niño de cabellos rubios y lacios que sabe acariciar con sus palabras el corazón del cóndor lastimado.De dos especies tan iguales y distintas nace una concepción filosófica derramada en un mensaje donde la sabiduría se percibe como un rayo de luz que se recuesta en el alma.“El cóndor de las alas rotas” es un manantial cristalino donde se reflejan los recuerdos para no olvidar nunca: ¡La grandeza de ser pequeño!