Pirucho, como no podía ser de otra manera, recorre la realidad de la mano de su creatividad. Después de haber sido bombero, judoka, escritor, basquebolista, enfermero, astronauta, rapero y otros, decidió por algún tiempo dejar el “querer ser”, para ser solidario con sus pares, los gatos con capacidades diferentes, por lo cual aprendió: el lenguaje de señas, el Sistema Braille y a acompañar a los irregulares motores.
Perico, el ratoncito amigo, quien según Pirucho es envidioso, quiso ser parte en esta propuesta para ayudar a sus amigos, los ratones con capacidades diferentes.
Una propuesta gatuna que maúlla en los oídos de los chicos para que ellos también lo acompañen en esta cruzada solidaria.