Empatía es un texto que explora la multiplicidad de dimensiones que participan del sentir humano. Es una invitación a sumergirse en las profundidades de uno mismo para identificar eso que siempre estuvo ahí, antes y después de todas las definiciones y explicaciones que nos hemos dado de nosotros mismos; antes y después de aquello que hemos permitido que se diga de nosotros.Para dar con eso en una sociedad que se ha dedicado incansablemente a ocultarlo, Rudoy revisa conceptos como los sentimientos, las emociones, el amor, el miedo, la felicidad y nos ofrece una interpretación alternativa de ellas con el objetivo de facilitar otra puerta de entrada a nosotros mismos.Eso es lo que aparece repetidamente como “aquello que somos” en contraposición a “aquello que creemos que somos”. Es la propia esencia, con la cual podemos volver a conectarnos, si así lo elegimos, para trascender las limitaciones de la mente, la materia y de todos los conceptos que afectan a la plenitud y felicidad que le son inherentes al ser humano.Eso es, aparentemente, algo común a todos los seres humanos. Habilita una interconexión que trasciende la materia porque empieza antes que ella y continúa a pesar de ella. De este modo, las personas podemos emitir y recibir un sinfín de información por ese medio sutil que nos iguala y, a través de él, incorporar aprendizajes y experiencias sin la necesidad de atravesarlas desde la propia materia.Sin embargo, existen una infinidad de desequilibrios de los tipos más diversos que atentan contra la naturalidad de estos procesos y nos conducen al padecimiento. En su mayoría, explica el autor, esos desequilibrios no son normales sino comunes; lo cual reporta el peligro de perder de vista nuestra esencia, aquello que somos, en favor de definiciones ajenas y muchas veces arcaicas y retrógradas que se encuentran popularizadas. Contra la herencia de la “obligatoriedad social del padecer” se erige, entonces, este libro.Según Rudoy, la raza humana tiene todas las herramientas y capacidades para concretar aquello que viene a este mundo a hacer: ser feliz, plasmar la propia esencia y evolucionar. Para ello sólo hace falta pasar una prueba de carácter: elegir dejar de perder el tiempo.