Este trabajo plantea el análisis y reflexión sobre un fenómeno que viene en aumento, tanto en la cantidad de personas a las que afecta como en la preocupación por las consecuencias sobre la salud de los individuos. Se trata de la adicción al trabajo o también conocida como workaholism. El hecho de trabajar sin medida tiene connotaciones positivas que ocultan lo negativo y el riesgo al que se encuentra expuesta la persona que padece el trastorno. Desde la especialidad de la Psicología Forense el acento estaría puesto, en la importancia de identificar las condiciones del campo laboral que influyen en la manifestación de este trastorno y las consecuencias que del se desprenden en la salud y la calidad de vida del individuo que lo padece y de su entorno familiar. La legislación laboral argentina contempla una serie de enfermedades reconocidas como enfermedades profesionales, quedando por fuera de ese listado una extensa lista de trastornos, es el caso de la Adicción al trabajo, a pesar de que se cuenta con estudios que demuestran su relación con las condiciones laborales. La necesidad de pensar a la Adicción al Trabajo como una enfermedad profesional se fundamenta en el riesgo que representa para la persona que la padece, para su entorno familiar y social y para el ámbito laboral en el que se desarrolla, y supone la posibilidad de crear instrumentos metodológicos, jurídicos, preventivos y asistenciales a fin de disminuir las graves consecuencias sobre la salud y la vida en general inherentes a esta adicción.