EL VERANO
“Bajo dura estación por el Sol encendida
Languidece el hombre, el rebaño y arde el pino.
Suelta el cuco la voz y cuando la entienden
Cantan la torcaza y el jilguero.
El Céfiro dulce sopla, pero en disputa
Se mueve Bóreas de improviso a su lado”.
Vivaldi escribió, para cada una de sus “Cuatro Estaciones”, un soneto, del cual copié el fragmento que acabás de leer y que corresponde a nuestra tercera parte.
Violines, violonchelos, viola y órgano lo ayudaron para lograr estas melodías inolvidables. ¡No dejes de escucharlas!
¿Y vos, te animarías a poner sonidos a cada capítulo? Podrías preguntarle a tu profe de música…
Sería hermoso que acompañaras con tu imaginación y tu música a cada aventura –algunas peligrosas– ¡y pudieras grabar el resultado!
En Barberomelo los árboles, pletóricos de verdor, mitigarán el calor del solcito veraniego. Lluvias frecuentes alimentarán ríos y manantiales.
Quien quiera conocer el bosque en verano, solo tiene que dejarse llevar por los senderos que los personajes transiten…
A nadie dejará indiferente este paseo por los inesperados acontecimientos que estás a punto de conocer y que se vinculan con temas como la inclusión, el “bullying” y la defensa de los derechos del animal.
¡Ahora sí! ¡A zambullirte en la lectura, amigo querido!…