Una vez más, este prolífico literato nos admira con un insólito tema: una milonga a la Muerte. Cree el autor que es el primero en intentarlo, pero si alguien lo ha hecho, o puede componerlo mejor, expresa con recato en sus versos, “yo le cedo la palestra, queden mis versos humildes como una primera muestra.”Esta editorial se complace en ofrecer esta inusitada y curiosa composición poética, que sin duda agradará, a la par de impresionar a sus lectores.
EL EDITOR