SOSIEGO
Me ha quedado tu imagen en el sueño,
viejo perfume de una rosa muerta
que en el recuerdo alguna vez despierta,
como dormidas llamas en el leño.
Ayer fuiste ciudad, calle y diseño,
sin luces deslumbrantes, en paz cierta,
sin urgencia estridente, tapia y huerta...
Lo mismo eras ciudad sin tanto empeño.
Con el vestido suave de tus tardes,
en el color de la ilusión primera,
yo ceñí tu cintura y dije versos.
Solo te pido que mis sueños guardes,
porque vendré a evocar mi primavera
por caminos ocultos y diversos...
Ismael Marcelo Siri