El autor relata sus experiencias personales como criador desde hace más de cincuenta años, comparando la época en que se inició en los trabajos de campo, y recuerda los adelantos técnicos puestos en práctica en los últimos años, desde el uso del alambre eléctrico hasta la siembra directa, que han modificado el mundo ganadero, y finaliza su pensamiento, haciendo “filosofía de la cría ganadera”.A través de una nutrida bibliografía y recortes periodísticos, recuerda la ausencia de una Política de Estado estable que permita planificar el desarrollo de la empresa rural, así como también la falta de una política fiscal e impositiva que interprete las características especiales del sector.Incursiona el autor también, en la historia de la ganadería a partir de los saladeros y la difícil situación que provino de la industrialización y exportación de carne por parte de los frigoríficos de capitales ingleses y norteamericanos, haciendo mención de las consecuencias de la crisis de 1930, el Pacto de Ottawa y el Tratado Roca-Runciman, que dieron lugar a Congresos y Conferencias Ganaderas realizadas en el interior del país promoviendo las bases de una Política de Estado acorde con las necesidades de la empresa agropecuaria del momento.