Estación Infancia: Cucha Cucha – Chacabuco (¿Próxima Parada?)
Una mujer joven, emprende, a fines de los ‘50, un viaje con sus pequeños hijos para encarar una nueva vida. En el camino, una situación imprevista la pondrá de cara al miedo, la zozobra y la incertidumbre. Pero también a la solidaridad espontánea de personas que no volverá a ver, pero que se transformarán en una balsa que la lleve, indemne, a su mundo, seguro y confiable. El todo, visto desde los ojos de niños que percibirán acechanzas inimaginables y sonrisas que disuelven, casi mágicamente, los inesperados miedos.

Estación Juventud: Quince Minutos (Rojos Caprichos del Destino)
Uno de esos niños ya es un joven, que atraviesa cómo puede el fragor inusitado de la fascinante y cruel década del ‘70. Es también, no sólo pasajero de un solitario tren del conurbano, sino de un proyecto que está siendo devastado de la peor manera. Regresa, clandestinamente de su pueblo natal y va rumbo a lo irremediable, aunque él no lo sabe. ¿Pero, qué o quiénes se mueven a su alrededor manejando caprichosamente los hilos del destino?

Estación Adultez: Tizas en el Andén
Un periodista se encuentra con un ex-refugiado político, devenido maestro en una vieja estación abandonada de tren, convertida en escuela rural. Quiere saber de qué se trata esta alquimia de la esperanza. El siglo 21 ha empezado hace unos años pero la desidia y la corrupción han hecho estragos en el ferrocarril. Es lo que discuten, locamente, dos amigos ferroviarios que conducen un tren de carga hacia la escuela-estación. Todos, con sus sueños y frustraciones, derrotas y esperanzas se encontrarán esa madrugada.