Con intención hablo de currículum y no de edad. Soy un médico del interior que, no hace mucho, me jubilé. Desde entonces, me dediqué a escribir sobre experiencias que aquilaté a través del tiempo. El contacto con pacientes, me dio oportunidad de analizar diferentes problemas, conductas y personalidades. He tenido una intensa actividad profesional e intelectual. En consecuencia, me considero un experimentado en los aconteceres de la vida. El tiempo pasa, todo cambia y yo también cambié. Convencido de mis ideas, compendié sucesos relevantes de mis vivencias. Así surgió este escrito que me permitió amalgamar hechos reales e imaginarios, aunque siempre estos últimos, basados en la diaria verdad. Del estudio, me introduje en laberintos no convencionales para permitir a los pensamientos iluminar una propuesta y su eventual solución. Tengo proyectos e ilusiones para el futuro de mi país. Escribí lo que pensaba y decidí que los hechos relatados fueron ciertos, o casi ciertos. Ese es el resumen de mis antecedentes, todos dedicados a la vida y a la lucha por ella. Pasé mi existencia velando por el prójimo. ¿Soy viejo por ello? Absolutamente no. Sólo tengo un amplio currículum vítae. Daniel Oscar Poggio