Las palabras encuentran un eco en esta pálida realidad. Los cuentos tratan de contar historias metidas en el entramado complejo de la vida; Desde la perversión de un acto de violación (“El bajo“), hasta la perversión de la violación de los derechos humanos (“Luz verde“). También buscan demostrar que la infancia, como decía Manuel Scorza, es la patria del corazón y que impedir que una persona se desarrolle sin ella equivale a aumentar el riesgo de vida y acrecentar la desigualdad. Con la “Historia del pirata enamorado“ se abren preguntan y misterios que conducen a la única razón de existir: el amor. Los cuentos no dicen una verdad sino que se prestan a múltiples interpretaciones como una actividad lúdica entre el lector y el redactor.Los poemas, que poseen un arcoíris por la gran diversidad de los temas a tratar, sugieren desde un “barquito de papel“ que navega por la historia Argentina cargado de traiciones y desapariciones, hasta la presunción futurista (con “Germinal“) en el contexto de un mundo con marcada injusticia social propiciada por una plutocracia arrolladoramente salvaje. “¿Progreso?” es una crítica al sistema capitalista que impera el orden mundial. “Autorretrato“ es el símbolo de persistencia ante tanto dolor. Y con “Cielito pobre“ las estrellas se llenan de vida, esa vida que no les perteneció en esta maldita tierra.En definitiva, el libro trata de transmitir lo que los medios masivos de comunicación no transmiten: la esperanza de un mundo mejor.