Este libro reseña la evolución de la tecnología del cultivo del trigo desde el punto de vista del insumo de trabajo. Desde la remota antigüedad, cuando el hombre empleaba casi todo su tiempo en procurarse su alimentación, hasta el presente, cuando en pocas horas puede producir suficientes alimentos no sólo para sí y su familia sino también para muchas otras personas más, se ha logrado un impresionante incremento de la cantidad de trigo producido por hora de trabajo. Este aumento de la productividad del trabajo humano se aceleró notablemente a partir del siglo XIX con la mecanización del cultivo. Desde luego, otros adelantos técnicos como el aumento de los rendimientos gracias a la aplicación práctica de la genética, la fertilización y los cuidados de los cultivos empleando agroquímicos, el cuidado del suelo y el ambiente en general, etc. también contribuyeron sensiblemente a incrementar la productividad del trabajo, pero en los dos últimos siglos la mecanización de las tareas fue el factor preponderante no sólo de la reducción del insumo de trabajo sino también en volverlo menos duro y extenuante.Si bien el trigo no es, ni de lejos, el único producto a partir del cual se producen alimentos, es el arquetipo de alimento. Como tal, hasta se ha usado como sinónimo de pan en expresiones antiguas como “tierra de pan llevar” (suelos aptos para el cultivo), u otras similares. Era, y lo es aún, la base de la alimentación de muchas personas y no debe pasar día alguno en que no consumimos algún alimento preparado con derivados del trigo.El libro se ha escrito tanto para el técnico interesado en la materia como para un lector no familiarizado con el tema. Para éste se han incluido descripciones detalladas y glosarios explicando los principales términos técnicos; para aquél, los utilizados en otras épocas pero probablemente desconocidos para el lector actual. Cada capítulo está escrito en forma relativamente independiente uno del otro, si bien se va siguiendo un orden cronológico a fin de lograr una mayor claridad y perspectiva histórica de los acontecimientos. Un capítulo final resume los resultados y analiza sus consecuencias. Algunos apartados, separados del texto para no interferir en el hilo de la exposición, aclaran y completan la temática, o son digresiones que tratan de pintar una época. Numerosas figuras ayudan a comprender mejor lo expuesto en el texto.