Mis versos sueltos, su primer libro, marca la realidad y el revisionismo histórico del nacimiento de un ideal perfectible en tiempo y lugar, que se basa en el amor al ser humano plasmando la realidad en metáforas descriptivas colmadas de emociones en poemas que van desde el amor a la Patria y el sentir de su querida Buenos Aires como en Balvanera y Parque Chacabuco, a la familia como en Existencia, rindiendo homenaje a la mujer en 8 de marzo y Madre. Como en el anverso de un espejo muestra la cruda realidad en los poemas Miseria y Medio Día. Su mensaje no es utópico ni sofista, anhelando La PAZ para todo el mundo en su poema que lleva el mismo nombre y en Plegaria de paz, en el cual eleva un rezo para que todos los credos y todas las razas siembren el amor en la humanidad.