La presente obra de Pablo Emilio Palermo explora la vocación más íntima y el costado menos advertido de Nicolás Avellaneda y convoca a descubrir como hombre de letras a quien fuera estudiado casi exclusivamente en su faz política y en su acción al frente de los poderes públicos. Así, en capítulos que balancean las dimensiones de lo literario con lo biográfico y lo histórico, aparece el ávido lector, agudo crítico de poesía, orador exquisito y mentor de intelectuales. El Avellaneda ensayista que ha dejado un volumen de Escritos y muchas hojas dispersas. De su pluma delicada surgieron las amadas sombras de Julián Segundo de Agüero, fray Mamerto Esquiú, Bernardino Rivadavia y Dalmacio Vélez Sársfield. La historia del Congreso de Tucumán fue uno de sus temas predilectos. De los Escritos y Discursos, doce tomos publicados en 1910, juzgó su amigo Groussac que deberían extraerse cuatrocientas o quinientas páginas que demostrasen su fama de literato. Con su Nicolás Avellaneda en las letras argentinas, Pablo Emilio Palermo logra, con estimulante recurso estilístico que le es propio, un grato enfoque para introducir a los brotes más admirables de quien fuera el tercer presidente constitucional de la Argentina unificada.