Laura: Mi padre me enseñó que no vale la pena peinarse antes de salir cuando hay un temporal, pero que vale la pena salir para ir a buscar respuestas y soluciones a nuestros problemas.¿Has visto llorar desconsoladamente alguna vez a un árbol seco en la madrugada? Sus lágrimas de amargura se transforman en gotas de rocío ayudadas por la niebla que lo envuelve en su triste vida con nuestros pasos perdidos. Así se siente Laura, que lucha por su pequeña y amada hija, para que se la devuelvan con justicia porque es una menor de 10 años que debería estar con su madre, según lo dice la Ley Argentina.Dedico esta hermosa novela a mi querida esposa Eugenia Postoliwka -fallecida a los 57 años-, mi amada hija Valeria Solange Ventura y mi querida nieta.Querida hija: hoy he visto el hermoso mar con un maravilloso color verde esperanza necesitamos justicia, con esta bella novela.