Ricardo es un hombre joven que lleva una vida sin sobresaltos, dueño de una financiera exitosa. En los últimos tiempos siente un vacío que lo arroja a una melancólica rutina. En ese momento se reencuentra con una ex novia a la que él en su momento no pudo darle su amor…. eran épocas distraídas y egocéntricas. A partir de ese encuentro comienza una odisea amorosa que lo tendrá en vilo al lector, porque esta mujer es la esposa de su hombre de confianza en los negocios: Martín un hombre brillante con los números pero su personalidad excéntrica y precaria, será uno de los tantos obstáculos para que Ricardo -quién solo se apoya en su madre profesora de literatura- intentó un plan desesperado para acceder a ese, el único y primer amor de su vida. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo y no codiciarás la mujer del prójimo: parecen dos mandamientos que muestran la grieta, la exigua convicción de un sistema moral; sin embargo los dos postulados potentes y necesarios rezan por la tranquilidad del alma humana, por eso son tan profundamente verdaderos. Solo que a veces no alcanzan para la irreductible condición del hombre, que no puede amenguar sus disyuntivas morales, ni siquiera con las universales y férreas leyes de dios y de su propia alma”. Gabriel Dancygier