Este libro dedicado a mis hijos y al amor, no lo escribí yo, sino mi romanticismo y sus circunstancias. Son cuentos sobre la imaginación, para que la narración una lo que la vida separó. Lo que fue, no vuelve aunque regrese, quien te ama no se va y no te cambia, te completa. Los últimos relatos son diálogos impersonales, con pensamientos en oxímoron y la metafísica de las contradicciones. Son momentos cortos de tiempos largos.