En este libro nos hemos dedicado a dilucidar algunas cuestiones relacionadas con el tiempo, una magnitud de mensura que, de suyo, o sea, considerada en sí misma, hemos de tenerla por inexistente, esto es: nula de toda nulidad cuando no tuviera cosa alguna que deba ser medida, habida cuenta de que sólo proyectándose como medio de mensura en un objeto real, material, el tiempo, como magnitud de medición, adquiere importancia real.Ahora bien, nuestro trabajo comprende el tiempo, que tiene que ver, en primer lugar, con su concepto o definición, para casi seguidamente después dedicarnos al tiempo que depende de la producción económica, es decir, al tiempo en que tardan, o que deberían demorar, en todo caso, las diferentes empresas industriales en producir y reproducir –de acuerdo con el mayor o menor éxito alcanzado en la venta de las mercancías volcadas al mercado– sus respectivos productos. Concatenado con esto último se halla el valor de las mercancías, el cual se expresa en términos de dinero por intermedio de la moneda (de curso legal), pero cada una de éstas se manifiesta como signo de diferente expresión de valor, el cual está en directa relación con la marcha de la Economía del mercado o país emisor, y comparativamente con la unidad monetaria que corresponde, respectivamente, a la de cada uno de los demás países, a quienes, naturalmente, se les tiene adjudicada su emisión u origen.Como consecuencia de lo escuetamente expuesto, surge o se colige que el tiempo implica, en términos económicos, al menos, comparación.Otras cuestiones son las que este trabajo refiere. Las mismas tienen que ver con lo escrito por renombrados filósofos, acerca de lo cual nos hemos visto apresurados en señalar determinados aspectos de sus exposiciones que no siempre han sido explícitamente interpretados como debieran haberlo sido.También la marginalidad y la desocupación, vistas desde su verdadero origen, ocupan su lugar en este libro, entre otras cosas…Eduardo D. Olsztajn