¿Puede un Santo empeñarse en inaugurar milagros en el pueblo donde el destino o la mano de Dios lo coloca? ¿Acaso, la caridad bien entendida no empieza por casa?
En esta novela, Gabriela Miranda recrea con fluidez atmósfera y paisaje –que bien podrían hallarse en cualquier lugar del mundo–, con una aguda mirada sobre los avatares humanos, amalgamando historias de vida con originalidad y entretenido tratamiento.
Amor, muerte, culpa, deseo, tragedia, soberbia, vanidad, cobran vida en los personajes y marcan sus destinos más allá de lo tangible.
Lo posible y lo imposible se funden con acierto, logrando que el lector se aventure a develar secretos, algunos del pasado y otros que habrán de esperar tiempos futuros para desentrañarse en totalidad.
Sin refute: lo milagroso acecha para sorprendernos. Y al internarnos en este libro, descubriremos que el mundo real está poblado de misterios que nos aguardan y nos persiguen hasta convertirse en realidad.
Marita Rodríguez-Cazaux