Marcos Diaz es, sin lugar a dudas, el ídolo de todas las generaciones de hinchas de Huracán que esperaron 41 años para poder gritar campeón. Sus atajadas en la serie de penales ante Banfield, Estudiantes y, sobre todo, en la final ante Rosario Central lo llevaron a ocupar el lugar de héroe inesperado en la historia contemporánea de un club tan grande como sufrido. Sin embargo, detrás de este hombre que es extraordinario como arquero, se esconde un ser humano humilde, sencillo y que la tuvo que pelear durante mucho tiempo para llegar a encontrar su lugar en el mundo. Sus compañeros, entrenadores, familiares y amigos destacan su calidad humana, su sacrificio y su capacidad para sobreponerse a la adversidad. Marcos nunca bajó los brazos y hoy tiene su merecido premio. “Un arquero que atajó 8 de los 17 penales que le patearon en los partidos de la Copa Argentina no es de suerte. Sinceramente es una propiedad muy fuerte que tiene Marcos y que sabe sacarle provecho”, afirma Óscar Córdoba, el referente e ídolo desde que Marcos se inició en el camino del fútbol. Este libro es un merecido homenaje a un hombre que le devolvió la sonrisa a todos los hinchas de Huracán que no paran de agradecerle su identificación y su amor hacia el “Globo”.“La verdad es que uno nunca termina de caer, nunca me imaginé todo esto en tan poco tiempo. Yo no me la quiero creer, me falta más, quiero y tengo que seguir dándole alegrías a la gente de Huracán para devolverle todo el cariño y el aprecio que me tienen”.