Borges una vez delimitó las diferencias entre poesía y prosa argumentando que en la primera encontramos una intensidad no tolerada en la segunda. En estos versos la intensidad no sólo se tolera sino que además se disfruta. Es este un maravilloso paseo por las emociones que dan sentido a las distintas estampas de un muy particular paisaje urbano que define a su observador, Marcelo Nasra, a través de su poética y acervo literario. En este itinerario por Barracas el punto de vista del poeta y el objeto de su inspiración resuenan en perfecta armonía. Ambos son el fruto del amor al barrio y a las entrañables cosas sencillas que son, después de todo, las que dan sentido a nuestra vida.Jorge Carlos López