“A mis alumnos de 3° D… y vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso Cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos, que como ustedes saben queda muy cerca de Las Islas Malvinas y ahora como el maestro conoce muy bien las Islas no nos vamos a perder…”, carta de Julio Rubén Cao a sus alumnos. El maestro soldado, quien perdió su vida el 14 de junio, el día de la capitulación; su historia digna como ejemplo de cualquier argentino y fundamentalmente de un maestro. Aquel que sabe dar a lo demás su conocimiento en un verdadero acto de amor y darse como ejemplo de entereza por su Patria. Su dignidad emociona, su convicción, su valor y entrega; una sociedad con la sangre y el ejemplo de Julio Cao haría un mundo mejor. Su vocación la respiró desde su nacimiento, caminó con ella, la llevó en la batalla y nos sigue enseñando más allá de su muerte…