Gabriel Guerrero nació en la provincia de Posadas Misiones, Argentina, el 11 de Septiembre de 1944, a los seis años, sus padres y cincos hermanos se trasladaron a Buenos Aires y se instalaron al sur de la provincia en la localidad de Quilmes. A los veinte años le toco el servicio militar obligatorio en la Marina de Guerra. Los primeros meses de instrucción lo hizo en Río Santiago, partido de la Plata, luego fue trasladado a la Base Naval Puerto Belgrano en Punta Alta donde cumplió sus tareas en el Portaaviones “Independencia” de la Armada Argentina. Al finalizar el servicio militar, donde cumplió con su obligación de “Servir a la Patria” volvió a Quilmes junto a sus padres y hermanos. En el año 1967 ingreso a la policía de la provincia de Buenos Aires en el cuartel central de la policía Caminera que se encuentra en Florencio Varela en las calles Moscóni y Camino General Belgrano. Allí permaneció por algunos años hasta que fue trasladado a una Brigada de Investigaciones en Caseros, (ya que su condición de detective era muy amplio) partido de San Martín, al oeste del gran Buenos Aires. Estudio en la “Primera Escuela de Detectives de Máximo Dabbach”, donde obtuvo el titulo de “Detective y experto en investigaciones”. Su carrera policial finalizó al cumplir 33 años inagotables de servicio interrumpido donde luchó contra la corrupción y el mal trato de detenidos, en el año 2000 se retiró con la máxima jerarquía en el escalafón de suboficiales, sub. Oficial Mayor. En su larga carrera por esa Institución, recorrió distintas dependencias policiales, Brigada de investigaciones de Quilmes, Brigada de investigaciones de Lanús, Brigada de investigaciones de San Justo, Brigada de investigaciones de Tigre, Brigada de investigaciones de Vicente López , Brigada de investigaciones de San Martín, y Brigada de investigaciones de Homicidios y Delitos Graves en Banfield. Lugares donde obtuvo innumerables reconocimientos de sus superiores por su capacidad investigativa y arrojo combatiendo al submundo del hampa, (casos, la “garza” Sosa, “tractorcito” Cabrera, “el gordo” Valor, “el macho” Stella, “el Bambi” Martínez, Jorge “el gato” Boníca y tantos otros peligrosos delincuentes que transitaron las calles de Buenos Aires), así también obtuvo innumerables diplomas al mérito y medallas de honor por su actuación, con reconocimientos de Jueces, Jefes de policía, comisarios y compañeros. Autor del libro “Un policía bonaerense” Hoy, ya retirado de la actividad policiaca, vive en Quilmes junto a sus seres mas queridos, esposa, hijos y nietos.