Poemas de Trieste marca un hito en la trayectoria de Carlos Penelas. En sus versos, el poeta anhela captar la mítica belleza. Su tono cambia y abre las puertas a una atmósfera con un lenguaje de lo arcano y lo profundo. En esta obra hay lejanía y soledad, plenitud y abandono. Pero desde otra mirada: desde el cansancio de la palabra.Trieste es para el poeta un escenario de identificación amorosa, misterio épico y pagano, capacidad de sentir desde el exilio. El poeta, según Penelas, lleva una vigilia tolstoiana, una ausencia radical. Lo trágico y lo moral es parte de la fábula, de una actitud ética; una pietà. Lo esencial reside en lo no dicho, en la poética del iceberg.Poemas de Trieste desnuda la precariedad del destino, lo ambivalente y complejo, la construcción de un reino que presupone el desarraigo, la levedad de la existencia.El lector encontrará una estética vinculada a la propia formación del poeta, una cultura centroeuropea y una idiosincrasia natural e intransferible. En esta obra, Carlos Penelas condensa su simbología buscando complicidad en un cierto estado de encantamiento con los recuerdos, la belleza del mar, una ciudad lírica e intensa, un caleidoscopio en el espacio del hombre. El silencio, la música, los muros, los objetos cotidianos. Poética de la palabra dentro del clasicismo formal; sensualidad del paisaje y de la vida desde la sagrada simplicidad. El poeta siente el goce, el escepticismo, la nostalgia de un mundo devastado.