El hilo que teje la urdimbre del poder en Venezuela debe ser visto según la clave electoral. El uso de elecciones debe ser pensado como estrategia puramente dramática: es el montaje del simulacro, de la ficción de una democracia que brilla por su ausencia en el centro de la escena. Tirar de ese hilo involucra seguir de cerca las fibras que tensan el actual panorama social político y económico no bajo la lógica de un relato, sino, antes bien, la del análisis de los factores que permiten dar cuenta del derrumbe del país. La ruina de la Nación está signada por las libertades económicas mermadas, el exilio de millones de migrantes y de centenas de miles de refugiados.

A 20 años de la llegada del chavismo al poder es preciso estudiar las estrategias del proyecto de construcción de la V República, un orden creado a partir de la destrucción de la democracia desde adentro, cuya evidencia aflora en todas partes y con especial ímpetu en el ámbito de lo electoral. Así se vota en Cuba inicia la serie de trabajos que pretende desmontar el carácter ficcional del sistema electoral “democrático y participativo” cubano, sobre la base de hechos, de datos especificos como marco legal que lo rodea y los testimonios de disidentes del régimen que todavía residen en la isla. El caso Venezuela juega un papel determinante en el plan de control absoluto implementado por el régimen castrista por lo que resulta la siguiente escala lógica donde detener la mirada.

Así se vota en Venezuela desmonta el armado del sistema político y electoral venezolano en un análisis que permite entender cómo se crea un estado dictatorial explotando a la vez que burlando los recursos que tendemos a pensar relacionados con la vida democrática, como el ejercicio del voto. Pero votar no equivale a elegir con libertad. Imposible sostener que en Venezuela se ha votado todos estos años en elecciones plenamente libres y transparentes. Las victorias electorales de la oposición han sido producto de una sucesión de pequeñas campañas políticas admirables; la coordinación cada vez más estrecha de esfuerzos para vencer los vicios del sistema electoral, la censura y a los candidatos oficialistas con acceso discrecional a recursos publicos; y de la determinación de los ciudadanos venezolanos para lograr un cambio pacífico y de vivir en libertad.