Lenguaje sencillo, adecuado, fluido, de lectura ágil, entretenida, atrapante. Es comenzar a leer y no abandonar. Posee figuras e imágenes que enriquecen la prosa y denotan madurez y sabiduría, y que se “ramifican como una madre después de un parto múltiple”. Personajes bien pintados, moviéndose cada uno en su mundo, pero tocados por hilos que se entrelazan conduciéndolos hacia el centro de una telaraña.
Nélida Álvarez