La vida es semejante a la plenitud del Universo, puede pintarse con colores, con el negro de la muerte, con el gris de la tristeza, con el rojo de la exaltación o, entre tantos, con el verde de la esperanza.
La existencia es una réplica del universo. Navegamos con el pensamiento y la mirada oteando el infinito, arañando los arcanos y deteniéndonos en los parámetros del misterio.
Comparamos los espacios vitales con las piedras cuyo valor, tono, textura y dureza trasuntan significados. Tomamos estas características para plasmar a cada faceta existencial del Hombre quien es marcado con fuego y lodo hasta que se encamina hacia la Eternidad.